Algunas fronteras, además de infranqueables, son invisibles. Basta con ver el mapa que ilustra la renta bruta declarada por los residentes en España: no hay ni una localidad entre las 10 más ricas que esté fuera de Madrid o Barcelona. El top ten de las más pobres, en cambio, se reparte entre Extremadura y Andalucía. Es más, la brecha entre estos dos bloques de municipios ha vuelto a crecer ligeramente tras reducirse durante la pandemia —un fenómeno que suele darse en las crisis—. El avance ha sido de un 3% entre 2020 y 2021, últimos datos disponibles publicados este miércoles por la Agencia Tributaria. Pozuelo de Alarcón, un ayuntamiento madrileño con algo menos de 90.000 habitantes, se consagra un año más como la localidad con la renta bruta media más alta: sus vecinos declaran de media 80.244 euros al año, seis veces más que en Higuera de Vargas, en Badajoz, situada en el otro extremo de la lista.
La estadística de la Agencia Tributaria se construye a partir de las declaraciones de la renta presentadas en los municipios con más de 1.000 habitantes y no incluye a País Vasco y Navarra, que cuentan con haciendas propias —y un PIB per cápita elevado—. La edición de 2021 hace referencia a un año en el que la actividad aún no había regresado a la total normalidad y seguía afectada por la crisis sanitaria de la covid —con distintas intensidades en función de la zona—. Sin embargo, la renta bruta media a nivel nacional no solo superó la de un año antes, el más duro de la pandemia, también se situó en un 2,2% por encima de la marca precovid —29.014 euros en 2021, frente a los 28.384 de 2019— y más de un 90% de los declarantes de cerca de 3.000 Ayuntamiento analizados mejoraron su desempeño.
Donde casi no se han registrado cambios es en la parte alta de la lista, que sigue dominada por poblaciones de alto poder adquisitivo que rodean las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, las dos urbes más grandes del país. El único movimiento significativo es la salida de Riudarenes del bloque de Ayuntamientos más adinerados. Esta localidad gerundense de unos 2.000 habitantes había aparecido por sorpresa en el top ten de 2020, en segunda posición, con una renta bruta media de 67.302 euros por cabeza, el doble del año anterior. Diarios locales apuntaron entonces a que a algunos vecinos habían tenido unos ingresos extraordinarios gracias a su actividad empresarial y que hasta había caído ahí un premio gordo de lotería. En 2021, la cuantía media declarada cayó más de un 50%, el retroceso más marcado de toda la estadística, hasta los 32.022 euros.
Menos misterio envuelve a Pozuelo de Alarcón, conocido entre otras cosas por ser el lugar de residencia de deportistas y famosos, que lleva tiempo encabezando la clasificación —la de la Agencia Tributaria y muchas otras— de los municipios con la renta media más alta de España. Le sigue la localidad condal de Matadepera (69.511 euros), que ha escalado dos posiciones. A continuación se alternan viejos conocidos que se han ido alternando durante los años y también pertenecientes a las dos metrópolis antes mencionadas: Boadilla del Monte, en Madrid (63.007 euros), Sant Just Desvern, en Barcelona (58.640), Alcobendas (58.526), Sant Cugat del Vallès (58.084), Alella (57.222), Teià (57.117), Majadahonda (57.105) y Torrelodones (56.165).
El hecho que los residentes con más ingresos se concentren en Madrid y Barcelona —solo cinco de los 40 municipios más ricos están en otras provincias— confirma una macrotendencia a nivel internacional que ve a las metrópolis como grandes catalizadoras de recursos. Reúnen a grandes empresas, administraciones, profesionales cualificados y mejor pagados, que a su vez demandan mejores infraestructuras y servicios públicos, creando un círculo virtuoso que fomenta el dinamismo económico, pero a la vez agranda la desigualdad. Un reciente estudio publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señalaba que las regiones metropolitanas de sus países miembros agrupan el 70% de la población y tienen en promedio un 32% más de PIB per cápita que el resto de áreas.
Esta brecha se hace evidente frente a los datos de los municipios con las rentas más bajas. Casi 48.000 euros separan lo declarado por los 10 Ayuntamientos más adinerados y los 10 más humildes, que están liderados por Higuera de Vargas y sus 12.737 euros de renta bruta media por habitante. La localidad pacense desbanca así a Colomera (Granada), que en 2020 fue el lugar con la renta bruta declarada más baja del país. En segundo lugar, de la parte más baja de la clasificación lo ocupa Pedro Martínez (Granada), con 13.478 euros por cabeza promedio, tras registrar un retroceso del 5% en los ingresos medios declarados por sus residentes. Después se encuentran otros tres municipios de la provincia de Badajoz: Zahínos (13.536), La Parra (13.624) y Oliva de Mérida (13.640). Siguen Fuentecarreteros (13.943), Huesa (13.951), Guadahortuna (13.976), Puebla de Obando (13.991) y Almáchar (14.057). Todos en Extremadura y Andalucía.
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