La Comisión Europea ha dado este viernes el visto bueno a la comercialización de la vacuna contra la covid Comirnaty (de Pfizer/BioNTech) adaptada al sublinaje XBB.1.5 de la variante ómicron, que podrá ser inoculada tanto a adultos como a niños y bebés mayores de seis meses. La decisión de Bruselas, realizada por la vía del procedimiento acelerado, era esperada desde que, esta misma semana, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) recomendara esta versión, la tercera adaptación de la vacuna de Pfizer para responder a las nuevas mutaciones del SARS-CoV-2.
“Saludo esta muy oportuna autorización de la vacuna actualizada, para variantes emergentes y que se están extendiendo”, ha declarado la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides. Según ha recordado, la covid-19 “circulará en paralelo a la gripe estacional durante la temporada de otoño e invierno”, lo que constituye una “potencial doble amenaza que pondrá en mayor riesgo a las personas vulnerables y añadirá presión en los hospitales y los trabajadores de la salud”.
Ante esta situación, más que conocida tras haberse superado lo peor de la pandemia, la vacunación es “nuestra herramienta más efectiva contra ambos virus”, ha subrayado la alta responsable europea, que por ello insta a “todas las personas elegibles, especialmente las más vulnerables, a seguir las recomendaciones científicas y vacunarse lo antes posible”.
La nueva vacuna constituye, según la Comisión Europea, otro “hito” en la lucha contra la pandemia. De ahí que haya optado por aprobar su comercialización bajo un “procedimiento acelerado”, con el objetivo de permitir que los Estados miembros “se preparen a tiempo para sus campañas de vacunación de otoño-invierno”. Aun así, el Ejecutivo europeo subraya que se deben seguir las recomendaciones de la EMA y del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) y que tanto los adultos como los niños mayores de cinco años que requieran la vacunación deberían recibir una sola dosis, “independientemente de su historial de vacunación de covid-19″.
En España, el plan de vacunación aprobado por la Comisión de Salud Pública el pasado 12 de julio ya preveía utilizar las nuevas vacunas que se aprobasen y que estuvieran adaptadas las nuevas variantes. Lo previsible es que esta de Pfizer, que protege frente a los linajes que ahora predominan, sea la protagonista en la campaña que comenzará en otoño, junto a la vacunación de la gripe. Eso, sin descartar otras candidatas que puedan ver la luz verde en las próximas semanas, como la que prepara Moderna o la de Novavax, que ya ha mostrado buenos resultados y que sería la primera adaptada a las nuevas variantes que no se basa en tecnología de ARN mensajero (como sí hacen la de Pfizer y Moderna).
La estrategia española recomienda esta nueva dosis a los mayores de 60 años (con especial hincapié en los mayores de 80), a las personas las que viven en residencias u otras instituciones (de salud mental o penitenciarias), a sanitarios, cuerpos y fuerzas de seguridad, así como a quienes padecen otras enfermedades que les ponen en riesgo de enfermar gravemente si se contagian de covid. Entre ellas, están incluidas diabetes, insuficiencia renal, enfermedades crónicas cardiovasculares o hepáticas, cáncer y todas aquellas que suponen una inmunosupresión del paciente.
Para el resto de la población (personas sanas, menores de 60 años y que no pertenezca a colectivos como sanitarios o fuerzas de seguridad) no está recomendada la vacuna. Los expertos consideran que no es necesaria y que, tras la pandemia y las sucesivas infecciones y vacunas previas, el riesgo de hospitalización para estos grupos es mínimo. No obstante, los mayores de cinco años que lo deseen, podrán ser inoculados.