El sector manufacturero español no logra remontar en su carrera hacia la recuperación. La actividad ha caído hasta su nivel más bajo en lo que va de año, según el Índice PMI (Purchasing Managers’ Index) de agosto, elaborado por S&P Global y el Hamburg Commercial Bank. Este se redujo hasta los 46,5 puntos desde los 47,8 puntos que alcanzó en julio, lastrado principalmente por la disminución de nuevos pedidos, que caen por quinto mes consecutivo. Con este descenso, el balance se acerca a la tendencia de la zona euro que mejoró de 42,7 a 43,5 para este último mes, pero que aún se mantiene lejos de los 50 puntos básicos, momento en el que la actividad empresarial empieza a dar signos de mejora.
El descenso es el resultado de la contracción en los volúmenes de pedidos en cartera. El total de nuevos encargos disminuyó debido a la fragilidad de la demanda. Los mercados internacionales “ofrecieron poco alivio”, reza el informe, puesto que los pedidos para exportaciones también sufrieron un declive. En consecuencia, las firmas recortaron la compra de insumos y empezaron a despachar las existencias de productos elaborados para cumplir con los nuevos pedidos. Gracias a esto pudieron reducir aún más los pedidos pendientes, que cayeron por decimoquinto mes consecutivo.
“Tenemos bastante certeza de que el sector manufacturero ha entrado en recesión, que comenzó en el segundo trimestre. Estimamos que la caída de la industria se ha agudizado”, resume Cyrus de la Rubia, economista jefe del Hamburg Commercial Bank, para quien, a corto plazo, “la situación empeorará antes de volver a mejorar”.
El índice alcanzó su máximo (60,4) en julio del 2021, aupado por la demanda nacional e internacional de productos y cayó a mínimos (44,7) en noviembre de 2022, cuando España afrontaba una fuerte subida de costes operativos y salariales debido a los altos niveles de inflación.
Buenas expectativas
A pesar de la caída de la actividad, la confianza empresarial mejoró en agosto hasta su nivel máximo en seis meses. El informe recoge que en general existe un sentimiento favorable al repunte de la demanda que se apoya en el comienzo de las campañas publicitarias y el desarrollo de productos. Las buenas perspectivas también empujaron al alza la contratación de trabajadores, en un momento en que los datos mejoran, con España por encima de los 21 millones de empleados.
“Pese a que el panorama en general no es demasiado positivo, las firmas industriales se mantienen bastante optimistas. Una mayor proporción de colaboradores de la encuesta indicó que esperan un aumento de la producción en los próximos doce meses. Este resultado concuerda con la observación de que los empleadores dejaron de recortar personal, después de dos meses de reducciones modestas”, ha apuntado De la Rubia.
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