La UE aprueba formalmente las primeras sanciones a colonos israelíes violentos | Internacional

La UE aprueba formalmente las primeras sanciones a colonos israelíes violentos | Internacional

La Unión Europea ha sancionado este viernes formalmente a los primeros colonos israelíes violentos por “graves abusos de derechos humanos” contra ciudadanos palestinos. En la lista negra de la Unión se ha incluido a cuatro personas y dos organizaciones radicales. Es solo la mitad de la lista inicial que se manejaba y menos también de los que quieren sancionar países como España. Pero el mero hecho de haber logrado acordar estos primeros nombres, para lo que se requería la unanimidad de un bloque muy dividido a la hora de hacer cualquier gesto interpretable como una crítica a Israel, es un cambio importante. Al mismo tiempo, Estados Unidos ha ampliado también sus medidas contra colonos violentos.

Según la decisión publicada en el Diario Oficial de la UE, los Veintisiete consideran que los colonos y entidades sancionados son “responsables de graves abusos de derechos humanos contra palestinos, incluida la tortura y otros tratos o castigos crueles, inhumanos y degradantes”. También los acusa de una “violación indiscriminada del derecho a la propiedad y a la vida privada y familiar” de palestinos en Cisjordania.

Las sanciones europeas implican la congelación de cualquier bien que los señalados puedan tener en territorio europeo, la prohibición de cualquier tipo de transacción comercial con ellos y, también, la denegación de entrada al espacio de la UE.

La creciente violencia de los colonos israelíes más radicales en Cisjordania y su potencial de avivar así aún más el polvorín de Gaza lleva tiempo preocupando a Europa y a Estados Unidos, el principal aliado israelí. El último ejemplo de la tensa situación en la zona se produjo el sábado pasado: unas horas antes del ataque iraní contra Israel que acabó copando la atención —y preocupación— internacional, centenares de colonos radicales atacaron con armas de fuego a palestinos en varias poblaciones de Cisjordania, en una venganza tras el hallazgo del cadáver de un adolescente israelí desaparecido un día antes en la zona. El resultado de la acción violenta de los colonos, que también quemaron coches y viviendas, fue de al menos un palestino muerto y dos decenas más heridos. El alto representante para Política Exterior de la UE, Josep Borrell, que ha impulsado decididamente las sanciones contra los colonos, se declaró “consternado” por la “violencia en Cisjordania” y condenó tanto el asesinato del joven como la “continua escalada” de ataques en el territorio palestino.

Las entidades castigadas ahora son Lehava, un grupo “radical supremacista judío de extrema derecha”, y Juventud de las Colinas, otro grupo extremista compuesto por “miembros conocidos por acciones violentas contra palestinos y sus poblaciones en Cisjordania”. Dos de los líderes de dichas organizaciones, Meir Ettinger y Elisha Yered, figuran también en la lista de colonos radicales sancionados este viernes por la UE.

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Los otros dos señalados son Neria Ben Pazi, acusado de haber atacado repetidamente a palestinos en las localidades de Wadi Seeq y Deir Janir desde 2021, y Yinon Levi, que ha participado en “múltiples actos violentos” contra localidades palestinas próximas al asentamiento ilegal en Mitarim donde reside, señala la UE. Ambos individuos están también sancionados por Washington: Levi desde febrero y Ben Pazi desde marzo.

No es la única acción coordinada entre Bruselas y Washington en relación con los colonos radicales, un tema tabú hasta hace no tanto a ambos lados del Atlántico: poco después de publicar la UE sus restricciones, el Departamento de Estado norteamericano ha sancionado este viernes al líder de Lehava, Ben Zion Gopstein, por dirigir una organización “involucrada en actos o amenazas de violencia contra palestinos, a menudo atacando áreas sensibles o volátiles”. Al mismo tiempo, el Departamento del Tesoro ha señalado a dos entidades, el Fondo Monte Hebrón y Shlom Asiraich, “por su papel estableciendo campañas de recogidas de fondos en nombre de dos extremistas sancionados por Estados Unidos, Yinon Levi y David Chai Chasdai”.

La decisión europea no ha sido fácil por la rotunda negativa en los primeros meses de conflicto de un reducido, pero firme grupo de países, sobre todo Austria y República Checa, a dar cualquier paso que pudiera ser interpretado como una crítica a Israel. De ahí la trascendencia de la resolución, tomada en marzo, de aprobar un primer paquete de restricciones, que fue interpretado como un cambio cualitativo en el posicionamiento europeo ante el cada vez más complejo y violento conflicto en Oriente Próximo.

En la misma cita ministerial de marzo se decidió también un nuevo paquete de sanciones contra Hamás. Pero para evitar cualquier comparación entre la organización terrorista y los colonos israelíes, algo que preocupaba a algunas capitales europeas, se acordó que se anunciarían por separado: las nuevas restricciones contra Hamás fueron publicadas en el Diario Oficial de la UE el pasado viernes y, ahora, entran también las primeras contra ciudadanos israelíes.

En el caso de Hamás y sus aliados, la UE anunció la semana pasada la inclusión de tres entidades en su régimen global de sanciones sobre violaciones de derechos humanos. Se trata, según anunció el Consejo de la UE, de las organizaciones Al Qasam y Nukhba —el brazo armado y la fuerza de élite de Hamás— y de la Brigada Al Quds, el brazo armado de la Yihad Islámica Palestina. La UE acusa a estas tres entidades de haber participado en el ataque contra Israel del 7 de octubre que desató el actual conflicto en la región y, específicamente, de haber cometido acciones “generalizadas de violencia sexual y de género” durante dicha agresión.

La decisión de sancionar a colonos violentos fue tomada después de que varios países, como España, anunciaran su intención de aplicar sus propios castigos si Bruselas no lograba un acuerdo al respecto. Pero lo más decisivo fue que Estados Unidos, el principal aliado político y militar de Israel, también impuso a comienzos de febrero sus propias primeras sanciones a cuatro colonos que participaron en actos “intolerables” de violencia contra palestinos o activistas israelíes, así como en amenazas e intentos de destruir o apoderarse de sus propiedades. El Gobierno de Joe Biden abrió además la puerta a sancionar a más personas que, según la orden oficial, con sus acciones “constituyen una grave amenaza a la paz, seguridad y estabilidad de Cisjordania y Gaza, Israel y la región más amplia de Oriente Próximo”.

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