El fabricante vasco de aerogeneradores Siemens Gamesa, en serios aprietos financieros desde hace años, afronta un segundo ajuste de calado desde su fusión en 2017 con los activos eólicos del gigante alemán. En esta ocasión, la reconversión afectará a 4.100 empleos (el 17% de un total de 29.807 profesionales) e impactará en España con 430 despidos (el 8,44% de los 5.093 puestos de trabajo en el país). Será el segundo país más afectado, solo por detrás de Dinamarca y por delante de Alemania.
Gamesa, adquirida íntegramente el año pasado por Siemens Energy, ha trasladado este martes los grandes números del ajuste a los sindicatos. Sin identificar, eso sí, a los profesionales afectados ni detallar las condiciones en las que saldrán de la compañía. Ahora se inicia una fase de negociación entre ambas partes para intentar un acuerdo, con una reunión clave de la mesa de empleo prevista para julio. A mediados de mayo, EL PAÍS ya adelantó que la concreción de los despidos era cuestión de “semanas”.
“Acabamos de iniciar las conversaciones; el resultado de las negociaciones solo estará claro al final del proceso”, apunta un portavoz de la empresa. “Una vez que hayamos tratado los detalles con todas las partes implicadas y sepamos cuántos de los puestos de trabajo afectados pueden ser absorbidos por el crecimiento en otras áreas, anunciaremos el resultado”.
La actividad de Siemens Gamesa en España se extiende por cinco comunidades autónomas, entre fábricas y oficinas. Desde la corporación renovable sí han avanzado a las centrales que la reconversión en España se centrará en las segundas —en muchos casos, por sinergias tras la fusión con Siemens Energy— y dejará sin tocar las plantillas de las plantas industriales de Castilla y León, Cantabria, Valencia, Galicia y Euskadi. El área administrativa y de gestión está repartida, principalmente, por Madrid, Sarriguren (Navarra) y Zamudio (Bizkaia), donde tiene su sede social. Las divisiones más afectadas pueden ser las de tecnología y servicios, según ha comentado Clara Fernández, representante de CC OO en el comité de empresa.
Como en procesos similares, Siemens Energy intentará recolocar internamente a los trabajadores que no encajan en su filial eólica en otras áreas de crecimiento del grupo con sede en la ciudad alemana de Múnich. Siemens Energy tiene tres divisiones en rentabilidad y relacionadas con los negocios de servicios al gas, conexiones y transformaciones energéticas, como las centradas en el hidrógeno.
La compañía, en cambio, tiene intención de reforzar las actividades relacionadas con la eólica marina, en detrimento de las operaciones relacionadas con los aerogeneradores terrestres. La idea de la empresa, en cambio, es que —lejos de caer— el número de empleados se mantenga estable. Una aparente paradoja que tiene explicación: porque otras áreas, como la citada eólica offshore, siguen creciendo a buen ritmo.
En una carta a los empleados, el consejero delegado, Jochen Eickholt —que dejará el cargo en dos meses—, hace hincapié en la necesidad del ajuste por un menor volumen del negocio, afectado por los repetidos problemas técnicos en las turbinas terrestres 5.X y 4.X, la caída de la demanda en mercados no estratégicos y la necesidad de reorganizar la cartera de pedidos en base exclusivamente a la rentabilidad de los proyectos. “Reduciremos las complejidades y eliminaremos redundancias en la organización”, se lee en la misiva. Buena parte de los despidos en España están vinculados con esas sinergias.
Dinamarca, el país más afectado
El recorte, además de en España —donde están casi uno de cada cinco empleos a escala mundial—, tiene más impacto en otros países donde Gamesa tiene actividad. En Dinamarca, el recorte afectará a 570 personas, todos ellos —como en España— en oficinas. En Alemania serán 370 los damnificados. La empresa se ha comprometido a que el tijeretazo sea “lo menos traumático posible” para los trabajadores que saldrán.
No obstante, Siemens Gamesa ha deslizado a los representantes de los trabajadores que la salvación de otros 190 puestos de trabajo en las fábricas de Dinamarca y otros 670 en Portugal dependerá de la evolución del mercado. Es decir, del volumen de pedidos: la empresa lleva más de un año sin vender un solo aerogenerador terrestre, con un ritmo comercial completamente bloqueado por los citados fallos técnicos de las turbinas.
Fuentes de Siemens Gamesa han señalado que España —con cuyas autoridades sigue negociando líneas de avales para que su actividad continúe siendo viable— sigue siendo un “país prioritario” para el grupo. La anterior reconversión laboral, concluida en marzo de 2023, supuso 475 despidos en España, sobre un total de 2.000 bajas en la plantilla del grupo, que acumula pérdidas de 7.700 millones desde la citada fusión de 2017. Para este año se esperan unos números rojos de unos 2.000 millones. La ya larga crisis del fabricante de eólica ya se ha llevado por delante a tres consejeros delegados. El cuarto, que debutará el 1 de agosto, será Venod Philip.
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